Crítica: Shorts, La Piedra Mágica


FICHA TÉCNICA

T. ORIGINAL: Shorts: The Adventures of the Wishing Rock
AÑO:2009
NACIONALIDAD: EEUU
DIRECTOR: Robert Rodríguez
GUIÓN: Robert Rodriguez
MUSICA: Robert Rodriguez, George Oldziey, Carl Thiel
REPARTO: Jimmy Bennet, Trevor Gagnon, Rebel Rodriguez, Jake Short, James Spader, William H. Macy
PRODUCTORA: Coproducción EEUU-Emiratos Árabes; Warner Bros. Pictures / Abu Dhabi Media Company / Troublemaker Studios
GENERO: Fantástico. Familiar

WEB OFICIAL: shortsmovie.warnerbros.com

ARGUMENTO

En una urbanización donde sus vecinos, casi todos trabajadores de la gran corporación Black Box, viven una apacible y gris existencia subyugados a los deseos del tiráncio Sr. Black, todo cambia cuando Toe, un niño imaginativo pero sin muchos amigos, es golpeado en la cabeza con una piedra que tiene los colores del Arco Iris y que, asombrosamente, concede todos los deseos del que la posee.

TRAILER

CRÍTICA

Se me hace bastante complicado entrar a analizar este último despropósito del realizador Robert Rodríguez. Y no es porque la película en cuestión sea un paradigma de complejidad, ni mucho menos, o que sea tremendamente pésima, que lo es, sino que verdaderamente intento comprender o encontrar algo de sentido o contenido didáctico a lo que acabo de ver.

La Troublemaker Studios, fundada por el director mexicano hace ya unos añitos, se ha dado por producir títulos medianamente aceptables dentro de lo caprichoso de su gestor, antes de descubrir lo, parece ser, rentable que significa de vez en cuando sacar al mercado un producto de dudosa calidad dentro de la denominación de cine familiar.

Y es que desde el éxito que supuso la saga Spy Kids, que dentro de lo malo aún tenía un pase (al menos la primera entrega de las aventuras de estos dos pequeñuelos metidos a espías), a la que siguió Las Aventuras de Shark Boy y Lava Girl en 3D (la excusa para ésta fue un cuento que contase Rodríguez a uno de sus sufridos hijos), la incidencia del estudio en estos pastiches de supuesta imaginación (que más bien imaginería) son y creo serán bastante frecuentes en la filmografía del director, para desgracia de los padres que habrán de acompañar a su prole a soportar semejante "cosa".

Por otra parte no quiero que haya malentendido alguno: no significa que esta dedicación al entretenimiento en familia sea denostable, al contrario, siempre que este supuesto entretenimiento tenga al menos un mínimo propósito didáctico aparte del mero divertimento (que tampoco lo es tanto). Y es que durante los ochenta y nueve minutos (no es que los haya cronometrado según pasaban pero poco faltó) en los que transcurre esta aventura estructurada en episodios conectados entre si, asistimos a un espectáculo de fuegos de artificio, sucesión de gags cuyo nexo de unión son los fastuosos deseos que la piedra mágica concede, algunos de ellos hasta divertidos pero que comienzan a agotar la paciencia del espectador según van pasando por pantalla. Y es que los niños, señor Rodríguez, no son un puñado de oligofrénicos bajitos, y no ha de tratárseles como si fuesen tontos, y es lo que realmente es esto, una tontería supina con forma de película que no creo que pueda aspirar ni a entretener a niños de más de cinco años.

La carencia de recursos de Robertito se refleja en un absoluto despliegue de efectos impactantes (cocodrilos hambrientos, escarabajos gigantes que harán las delicias de seguro del público nipón, alienígenas, hasta transformers) en detrimento de plantear una historia medianamente interesante para su público objetivo (no es difícil imaginar a alguno de los productores del film pronunciando "total, si son niños, qué más da"). Cierto que en estos maniqueas historias encontramos malos malísimos (James Spader en otro trabajo alimenticio, para variar) y buenos en este caso alelados (¿qué narices hace William H. Macy en esto?), pero bien podía haberse dado un garbeo por el videoclub y revisarse, por ejemplo, la deliciosa recreación de la fábula de Roald Dahl Matilda (Danny de Vito, 1996), que con menos recursos y parafernalia consigue todo lo que Rodríguez no puede aspirar ni a imaginar...

Un servidor se queda a la espera de Spike Jonze y su "Donde Viven los Monstruos". Si a pesar de esta reseña decidís perder el tiempo con el revisado bodrio, luego que se diga que no avisamos.

Pedro García