Eso es lo que manifiesta abiertamente el realizador a resultas de su 2012, que está a punto de estrenarse en nuestro país.
Parece ser que el germano planeaba incluir entre sus planos de destrucción masiva (aquí tenía que haber buscado Bush) una escena en la que la Kabba, el lugar sagrado de peregrinación más importante del Islam, era también pasto de la demoledora compulsión del director, pero...
...con los hijos de Mahoma hemos topado. Cuando les sobrevino la genial idea rápidamente la desecharon: no querían ser objeto de las iras del fundamentalismo islámico. Es decir, mandan al garete a la Ciudad del Vaticano, se ceban también con los pequeños saltamontes budistas y se cohiben a la hora de hacerle un cariñoso rasguño a un icono musulmán.
Bueno, tomense un momento para la reflexión y el debate, que da para ello...
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