Editorial: Clasificada X Un artículo de Javier Moreno




Si nada lo remedia, el próximo viernes, la nueva entrega de Saw se estrenará con una clasificación X. O dicho de otro modo, estará prohibida para cualquier menor de 18 años.

Atendiendo a los parámetros que determinan dicha calificación, en los cuales se indican que será considerada X cualquier obra pornográfica o que haga apología de la violencia, debemos detenernos seriamente a reflexionar sobre ello.

No cabe duda que cualquier obra que enaltezca el crimen y fomente la violencia, debe ser restringida, pero yo me pregunto… ¿Quién determina si una obra hace apología de la violencia o no?.

Vivimos en una sociedad en la que la violencia forma parte del pan de cada día, la tenemos en la televisión, en el cine, en la literatura, en los videojuegos y en la propia calle. Violencia de todo tipo: verbal, acústica, visual… y nos salen con esto, deciden que Saw VI fomenta la violencia y la crucifican de inicio cuando en todos estos años de democracia, jamás se ha encontrado un caso similar. JAMAS. ¿Por qué Saw VI hace apología de la violencia y El Club de La Lucha, una obra brillante pero fascistoide que enaltece la anarquía no fue calificada de igual manera?.

Es difícil descubrir los motivos que han llevado al comité correspondiente a tomar esta polémica decisión, pero desde luego, sentará un peligroso precedente. Porque si la película es violenta… ¿no deberemos calificar como X futuras obras de similares características?. Aún mas… ¿Por qué ahora y no antes cuando llevamos años recibiendo obras con un contenido violento tan salvaje que hace vomitar a las audiencias?, ¿pasaría lo mismo con películas como Martyrs o A l’interieur cuyo nivel de violencia es más salvaje y desbordante?.

Tal y como yo lo veo, tomar esta arriesgada decisión, implica recalificar toda una retahíla de producciones que se quedaron en su momento como mucho con un NR-18, por ejemplo Holocausto Caníbal, o Nekromantik, que en su edición en VHS jamás recibió una calificación X, o yendo mas atrás en el tiempo, la polémica El Triunfo de la Voluntad de Leni Riefenstahl, editada en España en DVD, clara apología del nazismo, y que en ningún caso se llevó la temida letra, y como esta producción alemana, existen cientos, miles de casos que deberían ser revisados por el susodicho comité, como todas las películas que se hicieron a mayor gloria y exaltación de Franco y su régimen, apología del fascismo en estado puro y que sin embargo son editadas sin llevarse la polémica calificación.

No veo mal restringir determinados contenidos, por inapropiados, a los menores de edad, pero en todos los ámbitos. ¿Por qué califican X una película como Saw VI y no hacen lo mismo con cientos de programas del corazón que fomentan la chabacanería y la violencia verbal?. No puedo explicarme los motivos que han llevado a esta situación, pero o lo hacemos para todo o no lo hacemos, y menos con un argumento tan subjetivo y difuso como el dado.

No sé si al final, el ministerio de Cultura, comandado por la señora Sinde, y que tantos momentos vergonzosos nos está regalando, se echará para atrás presionada por los lobbys hollywoodienses (el dinero es el dinero), pero algo ha quedado claro: El sistema de calificación por edades español hace aguas, y este caso lo ha puesto al descubierto.

Resulta más que nunca necesario, volver a regular esos parámetros y reescribirlos para ajustarnos a la realidad, sin copiar el modelo americano de la MPAA, mucho más restrictivo que el nacional pero buscando alternativas para un baremo que se ha vuelto ridículo tras los últimos acontecimientos. No debe ser función del estado censurar ni prohibir, y menos del ministerio de cultura, sino educar correctamente y fomentar determinados valores morales. ¿Qué se consigue con esta X a Saw VI?, pues el efecto Barbra Streissand que se popularizó en internet, que los que no estaban interesados en la saga, acudan en masa a verla para saber porqué está a la altura de una película pornográfica. ¿O quizás nos hemos perdido algo que el ministerio se niega a explicar?.

Modificación de la regulación y explicaciones, eso necesitamos en estos momentos, porque si no, estaremos caminando por sendas muy peligrosas que nos puede llevar al caos cultural absoluto.
Me gustaría creer que efectivamente hay motivos de peso para esta polémica decisión y que la señora Sinde no tiene intereses económicos en las producciones españolas que se estrenan este fin de semana, y que salta a la vista, serán fagocitadas por el previsible éxito en taquilla de esta sexta entrega de terror como viene siendo habitual por estas tierras, no me extrañaría nada, viniendo de esta individua, que sus intereses estén prevaleciendo y esté perjudicando a propósito esta obra cinematográfica, pero no pienso acusar sin pruebas aunque ahí lo dejo por si alguien decide investigarlo.

Sea lo que sea lo que ha pasado, y a la espera de que el gobierno se manifieste, solo nos queda rezar para que sea un caso aislado o incluso un error y se rectifique a tiempo, porque si no, malos tiempos se avecinan para los amantes del cine. En cualquier caso, el daño ya está hecho, y la decisión, lamentable y errónea a todas luces ha dado un golpe mortal a un ministerio que ya recibía infinidad de críticas, nos consolaremos si esto provoca una reestructuración radical de todo el sistema cinematográfico nacional (para bien, por supuesto).

Javier Moreno