Crítica: Zombieland Una montaña rusa de carcajadas




FICHA TÉCNICA

T. ORIGINAL: Zombieland
AÑO: 2009
NACIONALIDAD: EEUU
DIRECTOR: Ruben Fleischer
GUIÓN: Paul Wernick, Rhett Reese
MUSICA: David Sardy
REPARTO: Vera farmiga, Peter Sarsgaard, Isabelle Fuhrman, CCH Pounder, Jimmy Bennet, Karel Roden, Aryana Engineer
PRODUCTORA: Columbia Pictures / Relativity Media / Pariah
GENERO: Comedia. Terror. Acción. Zombies

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ARGUMENTO

En un mundo plagado de zombis, Columbus (Jesse Eisenberg) es un gallina, un joven que se encuentra aterrorizado por la situación, pero cuando te juegas el ser comido por los zombies, el miedo puede mantenerte vivo. De hecho su cobardía precisamente le ha permitido que sus sesos aún se mantengan en su cabeza. Sin embargo, Columbus se verá forzado a sacar el poco valor del que dispone para unirse a una banda de supervivientes a la que pertenece un cazador de muertos vivientes del que se hace amigo. Tallahassse (Woody Harrelson) es un macarra caza zombies cuya única determinación en su vida es lograr el último Twinkie (dulce americano) en la tierra. Cuando ambos unen fuerzas con Wichita (Emma Stone) y Little Rock (Abigail Breslin), que también han encontrado una manera original de sobrevivir en ese caos, tendrán que elegir que es peor: si confiar los unos en los otros o sucumbir ante los zombies.

TRAILER

CRÍTICA

Hacer una comedia hoy en día, con los cientos de clásicos existentes no es tarea fácil. Hacer una película de zombies con la ingente cantidad de películas que pueblan el subgénero, mucho menos. Si además pretendemos hacer una comedia de zombies, teniendo precedentes tan interesantes como Shaun of the Dead o Fido, la aventura puede tornarse amarga si no eres capaz de sintonizar con el espectador.

A dios gracias, o deberíamos decir, a Ruben Fleischer gracias, Zombieland no solo sale airosa de esta criba, sino que además se convierte en una de las películas más divertidas de este 2009, y eso es algo que el público de Sitges supo valorar con justicia otorgándole el premio del público.

Debo decir que el tráiler engaña mucho, y engaña mucho para bien. Hacía tiempo que no veía un tráiler que ofrecía menos que la película y que guarda sus verdaderos ases para la proyección. Tan acostumbrados estábamos a que en las comedias de este estilo destriparan los mejores chistes en 2 minutos de avance, que debemos ponernos de rodillas ante los publicistas de Columbia Pictures por no destrozarnos la película antes de verla. Y es que la película es mucho más de lo que parece, mucho más y mucho mejor.

La historia es la típica historia de zombies, sin saber porque, los muertos vivientes dominan el mundo, y un grupo de personajes deben unir sus fuerzas para sobrevivir. Un argumento así, que podría haber derivado en un directo al dvd, es sazonado con dosis justas de comedia de sal gorda y niveles altos de chistes multireferenciales que la convierten en todo un gozo para el espectador que no busca otra cosa que un entretenimiento que le haga olvidar sus haceres diarios. Y eso hoy en día, pocas películas lo consiguen, y menos películas de estas características, a priori para un grupo tan selecto como el fan del fantástico pero igual de disfrutable para cualquiera con ganas de pasárselo bien y reírse durante 90 minutos.

Porque Zombieland es una gran montaña rusa que no da descanso a la mandíbula, cuando crees que te has reído demasiado, siempre viene el siguiente chiste que termina de matarte en la butaca a carcajadas. Cierto es que algunos momentos son esplendorosamente simples y previsibles, pero algunos otros son absolutamente antológicos, especialmente la memorable secuencia en la casa de Bill Murray, que se convierte con diferencia en lo mejor de la función y que provocará más de un aplauso en todas las salas de cine donde se estrene.

No vamos a negar que el argumento adolece de lagunas irreparables, que el clímax final es completamente absurdo e incongruente, pero no seamos demasiado quisquillosos con esos pequeños detalles que no minimizan la grandeza de una película que solo pretende entretener.

Y entre tanto entretenimiento nos encontramos con un grupo de actores que sabedores de su función en la película, se ríen de ellos mismos y de todo lo que les rodea con una seguridad que se transmite al espectador. Así por ejemplo, el gran Bill Murray, es objeto de uno de esos momentos que han pasado por derecho propio a la antología del género, o Woody Harrelson, que se siente como un niño con zapatos nuevos entre tanto zombie y cuya interpretación es de lo mejorcito del metraje, es más, seguro que en los premios MTV se lleva alguno al mejor personaje. Podríamos destacar también a los jóvenes Jesse Eisenberg, un piltrafilla friki antihéroe (copia del actor Michael Cera) y a la bellísima Emma Stone, algo más que un buen cuerpo en la película, acompañados de la repelente Abigail Bresslin, nominada al Oscar por Pequeña Miss Sunshine y que aquí, por primera vez, no dan ganas de matarla, demostrando que es capaz de divertirse como la que más en este parque de atracciones.

Podríamos enumerar cada uno de los glorificantes momentos que guarda la película, pero sería una pena para el espectador destripar la que puede ser el verdadero sleeper del año, una obra sin pretensiones artísticas cuyo cometido cumple con creces, y no es otro que entretener. Una gozada de película para salir con una buena sonrisa en los labios.

Y un pequeño detalle, recomendable verla en el cine y no en casa con un mal ripeo, esta película está concebida para que las risas de la sala hagan temblar sus cimientos, no para verla en solitario o con cuatro amigos y una pizza, dejad eso mejor para el dvd.

Javier Moreno