FICHA TÉCNICAT. ORIGINAL: La Horde
AÑO: 2009
NACIONALIDAD: Francia
DIRECTOR: Yannick Dahan, Benjamin Rocher
GUIÓN: Arnaud Bordas, Yannick Dahan, Stéphane Moïssakis, Nicolas Peufaillit, Benjamin Roche
MUSICA: Christopher Lennertz
REPARTO: Eriq Ebouaney, Jo Prestia, Jean-Pierre Martins, Aurélien Recoing, Claude Perron, Alain Figlarz, Doudou Masta, Yves Pignot, Antoine Oppenheim, Laurent Demianoff, Sébastien Peres
PRODUCTORA: Capture The Flag Films
GENERO: Terror
WEB OFICIAL:
ARGUMENTO
La Horde nos cuenta una gran batalla que podría acabar con el mundo entre policías, gansters y zombis. Al norte de Paris, un grupo de policías corruptos intenta vengar la muerte de uno de los suyos en un edificio que sirve de escondite para el ganster culpable. En medio del enfrentamiento entre ambos, algo inimaginable sucede, una horda de criaturas sanguinarias y caníbales invaden el edificio atacando salvajemente a todos. Inesperadas alianzas nacerán cuando vean su vida en peligro.
TRAILER
CRÍTICA
Dentro de la nueva ola de terror francés que desde hace unos cuantos años lleva deleitándonos a los fans del fantástico, era evidente que faltaba una película de zombies tan malsana, indigesta y salvaje como las películas precedentes del renacimiento del género en Francia.
Yannick Dahan y Benjamin Rocher lo sabían, y se pusieron a rodar esta La Horde, primera película de zombies de este movimiento, que nada tiene que ver con la maravillosa, extraña y absolutamente fascinante La Resurrección de los Muertos del catalán Robin Campillo, rodada en Francia con capital francés.
Es difícil, por no decir casi imposible innovar en un subgénero tan manoseado como este, muchas veces por la desidia de sus creadores, y es que está demostrado con creces, que aquellos que lo intentan, que estrujan sus neuronas, pueden sacar algo original de un material de partida tan desgastado. Hay están por ejemplo Shaun of the Dead, excelente comedia británica y merecedora cinta de culto, o la mas desconocida Fido, película canadiense de zombies tan brillante que cuesta saber porque no ha tenido distribución en España cuando tenemos que sufrir películas estúpidas como Plaguers y demás absurdeces.
En el caso de La Horde, la innovación brilla por su ausencia, y esa es su mayor virtud. Se olvida de buscar nuevas vías que exploren el mito del zombie y se limita a ofrecer mas de lo mismo pero con mas sangre y mas violencia, y ciertamente, en este caso, y solo en este caso, se agradece, especialmente porque la factura técnica resulta impecable, y porque no pretenden otra cosa que entretener al público al que va dirigido con un bodycount en toda regla que sigue la estela de los zombies modernos y con una estética videojueguil que remite constantemente a los Resident Evil y demás similares del siglo XXI, olvidándose de los referentes setenteros que tantos buenos momentos nos ofrecieron.
Evidentemente esto no es malo si se hace bien, ya lo demostró Snyder con el remake de Amanecer de los Muertos, y en este caso los franceses lo han hecho bien, muy bien. Cierto es que recuerda mucho, demasiado, a Asalto a la Comisaría del Distrito 13 de Carpenter, cambiando los policías por zombies. Cierto es que el punto de partida podría haber caminado por derroteros mas dramáticos, pero esto es una película de zombies de nuevo cuño, y aquí lo único que importa es ver cuantos más zombies mejor, desmembramientos, litronas de hemoglobina y unos personajes mas o menos correctamente perfilados. Y eso al menos saben darlo. Además nos ofrecen algunos momentos de acción impecables a pesar de esa cámara neurótica, como los descensos através de esas escaleras cerradas o ese clímax en el aparcamiento, con miles de zombies acosando a un personaje subido a un coche, y dejan paso al humor mas negro de la mano del personaje del anciano, un excombatiente de guerra que ofrece algunos de los momentos mas memorables de la película.
Por lo demás, las balas silvan por encima de nuestras cabezas, y el único interés que nos queda es descubrir quien será el siguiente de los personajes en morir o como van a acabar con la siguiente oleada de zombies, y en eso se queda esta película que durante los 97 minutos de duración, no deja lugar a respiro en el espectador y que llega a la secuencia final (ciertamente coherente y posiblemente lo mejor de todo el metraje) absolutamente exhausto tras esta bacanal de gore de diseño y chorros de liquido rojo impregnando cada metro cuadrado del escenario.
Y tampoco hacia falta mas. La Horde no engaña, no ofrece nada que no prometa y es honesta con el público objetivo al que va dirigido, para servidor eso es suficiente para haber pasado un rato mas que agradable viendo lo que buscaba, una de zombies bien hecha que se limite a mostrar carnicería tras carnicería a cada segundo cuya historia resulta lo menos relevante de todo pero que provocará sus buenos orgasmos a quienes busquen aquello que esta película da. Solo para fans del género.
Yannick Dahan y Benjamin Rocher lo sabían, y se pusieron a rodar esta La Horde, primera película de zombies de este movimiento, que nada tiene que ver con la maravillosa, extraña y absolutamente fascinante La Resurrección de los Muertos del catalán Robin Campillo, rodada en Francia con capital francés.
Es difícil, por no decir casi imposible innovar en un subgénero tan manoseado como este, muchas veces por la desidia de sus creadores, y es que está demostrado con creces, que aquellos que lo intentan, que estrujan sus neuronas, pueden sacar algo original de un material de partida tan desgastado. Hay están por ejemplo Shaun of the Dead, excelente comedia británica y merecedora cinta de culto, o la mas desconocida Fido, película canadiense de zombies tan brillante que cuesta saber porque no ha tenido distribución en España cuando tenemos que sufrir películas estúpidas como Plaguers y demás absurdeces.
En el caso de La Horde, la innovación brilla por su ausencia, y esa es su mayor virtud. Se olvida de buscar nuevas vías que exploren el mito del zombie y se limita a ofrecer mas de lo mismo pero con mas sangre y mas violencia, y ciertamente, en este caso, y solo en este caso, se agradece, especialmente porque la factura técnica resulta impecable, y porque no pretenden otra cosa que entretener al público al que va dirigido con un bodycount en toda regla que sigue la estela de los zombies modernos y con una estética videojueguil que remite constantemente a los Resident Evil y demás similares del siglo XXI, olvidándose de los referentes setenteros que tantos buenos momentos nos ofrecieron.
Evidentemente esto no es malo si se hace bien, ya lo demostró Snyder con el remake de Amanecer de los Muertos, y en este caso los franceses lo han hecho bien, muy bien. Cierto es que recuerda mucho, demasiado, a Asalto a la Comisaría del Distrito 13 de Carpenter, cambiando los policías por zombies. Cierto es que el punto de partida podría haber caminado por derroteros mas dramáticos, pero esto es una película de zombies de nuevo cuño, y aquí lo único que importa es ver cuantos más zombies mejor, desmembramientos, litronas de hemoglobina y unos personajes mas o menos correctamente perfilados. Y eso al menos saben darlo. Además nos ofrecen algunos momentos de acción impecables a pesar de esa cámara neurótica, como los descensos através de esas escaleras cerradas o ese clímax en el aparcamiento, con miles de zombies acosando a un personaje subido a un coche, y dejan paso al humor mas negro de la mano del personaje del anciano, un excombatiente de guerra que ofrece algunos de los momentos mas memorables de la película.
Por lo demás, las balas silvan por encima de nuestras cabezas, y el único interés que nos queda es descubrir quien será el siguiente de los personajes en morir o como van a acabar con la siguiente oleada de zombies, y en eso se queda esta película que durante los 97 minutos de duración, no deja lugar a respiro en el espectador y que llega a la secuencia final (ciertamente coherente y posiblemente lo mejor de todo el metraje) absolutamente exhausto tras esta bacanal de gore de diseño y chorros de liquido rojo impregnando cada metro cuadrado del escenario.
Y tampoco hacia falta mas. La Horde no engaña, no ofrece nada que no prometa y es honesta con el público objetivo al que va dirigido, para servidor eso es suficiente para haber pasado un rato mas que agradable viendo lo que buscaba, una de zombies bien hecha que se limite a mostrar carnicería tras carnicería a cada segundo cuya historia resulta lo menos relevante de todo pero que provocará sus buenos orgasmos a quienes busquen aquello que esta película da. Solo para fans del género.
Javier Moreno
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