Crítica: Dogtooth (Canino) El mito de la caverna mas terrenal




FICHA TÉCNICA

T. ORIGINAL: Kynodontas
AÑO: 2009
NACIONALIDAD: Grecia
DIRECTOR: Giorgos Lanthimos
GUIÓN: Efthymis Filippou, Giorgos Lanthimos
MUSICA: ---
REPARTO: Christos Stergioglou, Michelle Valley, Aggeliki Papoulia, Mary Tsoni, Hristos Passalis, Anna Kalaitzidou
PRODUCTORA: Boo Productions / Greek Film Center / Horsefly Productions
GENERO: Drama.

WEB OFICIAL:

ARGUMENTO

Un padre, la madre y sus tres hijos viven en una mansión a las afueras de una ciudad. Hay un cercado muy alto que rodea la casa, y los chicos nunca han salido de ella. Están siendo educados, entretenidos, aburridos y ejercitados con los métodos que sus padres juzgan apropiados, sin ninguna influencia del mundo exterior. Creen que los aviones que pasan volando son juguetes, o que el mar es un tipo de silla forrada de cuero. La única persona a la que se le permite entrar en la casa es Christine, que trabaja como guardia de seguridad en la fábrica del padre. Éste le hace visitar la casa para saciar las necesidades sexuales del hijo.

TRAILER

Kynodontas (Dogtooth) - Trailer

CRÍTICA

El cine griego debería estar de enhorabuena con la existencia de esta Kynodontas. Si ya de por sí es casi imposible asistir a la proyección de una película de este país, más difícil aún es encontrarnos ante todo un descubrimiento como es la película de Giorgio Lanthimos.

Una película que dentro del festival de cine de Sitges quizás no encaje del todo, si no fuera por esa atmosfera pseudoirreal y parafantástica que la rodea, porque no cabe duda de que no estamos ante una película de género propiamente dicha, sino de un drama en toda regla que teoriza acerca del conocimiento, el control humano, y parafraseando al cristiano San Agustin sobre “La ignorancia es el opio del pueblo”.

La película debe calificarse como autentica sorpresa, sorpresa por la capacidad de enganchar al espectador con una historia ciertamente espeluznante: Un padre y una madre mantienen encerrados a sus hijos en una casa cercada por una valla, sin poder salir, y recibiendo una educación que podríamos calificar de fascista.


Y a partir de una premisa tan interesante, entre escenas de sexo puntuales y caracterizaciones teatrales por parte del grupo de actores (realizadas a propósito, lo cual recomienda al espectador visionarla en VOSE) nos encontramos con un análisis fehaciente y milimétrico del mito de la caverna de Platón rodeado de humor negro, muy negro.

Porque Kynodontas no deja de versar sobre la alegoría del filósofo griego. Donde otros, americanos para más señas, necesitan una trilogía, millones de dólares y una historia ciberpunk para escribir sobre lo mismo, Lanthimos se basta y se sobra de 5 personajes, una casa y mostrar la educación de 3 personas que perfectamente podrían habitar en esa caverna, atados de pies y manos para no alcanzar el verdadero conocimiento, y viviendo un perpetuo engaño donde las cosas no son como realmente se muestran, y como en el famoso mito, uno de los personajes se liberará de sus ataduras (y dará sentido al título) para ver más allá de lo que su microcosmos forzado le ofrece.

Pero más allá de los valores filosóficos mostrados, Lanthimos da buena cuenta de cómo se crean los estados de represión del pensamiento y de la libertad del ser humano mediante esta historia de deconstrucción familiar, donde traslada lo que puede suceder en un futuro no muy lejano a esta vastedad minúscula, forzando a creer a sus personajes en lo increíble y obligándoles a crecer en una mentira permanente en un sistema aparentemente perfecto, donde todos son felices, pero que como en todos los casos, acaba haciendo aguas ante la innata curiosidad del ser humano por saber.


Para dar argumentos que sustenten cada una de sus teorías, el realizador nos ofrece una serie de escenas, de sobria ejecución, simplismo planteamiento pero eficaz a todas luces. Escenas que provocan la carcajada en el espectador, pero que se torna en inquietud ante la veracidad mostrada en imágenes. Y es que su mayor logro es que todo el conjunto adquiere un tono de realismo extremo que inquieta en la butaca y que por encima de todo nos hace plantearnos si realmente es tan difícil que eso suceda.

Una inquietud que no finaliza tras la proyección, sino que ayuda al espectador, lo obliga a reflexionar sobre ello para buscar las vías necesarias que eviten algo tan terrorífico y plausible como el control de las masas en el siglo XXI. Desconozco plenamente si Lanthimos ha leído La Rebelión de las Masas de Ortega y Gasset, pero sea afirmativa o no la respuesta, las inclusiones de algunas teorías expuestas por nuestro filósofo patrio son identificables en muchos segmentos del metraje.

Metraje arriesgado, que quizás podría ser más visceral por su propia concepción, pero que huye de la sangre y la fantasía más radical para presentar ideas universales e ineludibles. Una película con encanto que seduce más por lo que transmite que por lo que muestra. Excelente.

Javier Moreno