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16 de agosto de 2009

Crítica: Exorcismo en Connecticut

FICHA TÉCNICA

T. ORIGINAL: The Haunting in Connecticut
AÑO:2009
NACIONALIDAD: EEUU
DIRECTOR: Peter Cornwell
GUIÓN: Tim Metcalfe, Adam Simon
MUSICA: Robert J. Kral
REPARTO:Virginia Madsen, Martin Donovan, Kyle Gallner, Elias Koteas, Amanda Crew
PRODUCTORA: Lionsgate Films / Gold Circle Films
GENERO: Terror




ARGUMENTO


Tras recibir la noticia de que su hijo adolescente, Matt, tiene cáncer, Sarah y Peter Campbell deciden trasladar a toda la familia cerca de la clínica dónde Matt está siendo tratado. El lugar elegido es una imponente casa de estilo victoriano que oculta un oscuro pasado como antigua funeraria en la que sucedieron terribles acontecimientos. La familia empieza a presenciar violentos y extraños fenómenos que, al principio, asocian con el estrés provocado por la enfermedad. Pronto se darán cuenta de que se enfrentan a oscuras y terroríficas fuerzas de origen sobrenatural.


TRAILER




CRÍTICA

Ante todo no nos engañemos. Este Exorcismo en Connecticut podría haber sido perfectamente protagonista de un directo a video en lugar de estrenarse en pantalla grande, y con ese espíritu habremos de acudir a la sala y no esperar una gran superproducción que nos apabulle con grandes dosis de presupuesto y nombres estelares a tutiplén. Aclarado esto, continuemos.

La historia, convencional a todas luces y perfectamente suscrita a los tópicos del haunted house (presencias extrañas, ruidos nocturnos, poltergeist agresivos y toda la parafernalia), basada en el libro que el novelista Ray Garton publicara en 1992,"In a Dark Place: The Story of a True Haunting, recrea la supuesta experiencia "real"* acaecida a la familia Snedeker, que en el año 1986 adquiriesen una antigua casa en Southington. Allen y Carmen junto a sus cuatro hijos, se mudaron al lugar y fue entonces, rebuscando en el sótano del edificio, cuando hallaron algunos extraños utensilios que pronto identificaron como los empleados por las funerarias.


Para el horror de la familia descubrieron que antiguamente en el lugar se habían responsado oficios funerarios y, pronto, su hijo mayor experimentaría terroríficas visiones, experiencias que poco a poco el resto de los alli presentes comenzarían a padecer en sus propias carnes: violaciones por maléficos espíritus, agua que se tornaba sangre, etc.

Los "cazafantasmas" Ed and Lorraine Warren, contratados por la familia para estudiar los sucesos, y en vista de lo ocurrido y experimentado, pronto declararon la infestación demoniaca del lugar (hecho tachado por el agente inmobiliario del lugar como mamarrachada, ya que la familia tardó más de dos años en abandonar el lugar y anteriormente no había existido queja alguna de sus anteriores inquilinos), con el posterior paso por televisiones, entrevistas, derechos editoriales y, ahora, adaptación a la gran pantalla. Y hasta ahí llega el germen supuestamente verídico del relato que veremos en pantalla, licencias de su realizador aparte.


Volviendo a la película en cuestión, y como apuntaba al principio de esta humilde revisión, la producción está a la altura de esta crítica, es decir, es un ejercicio humilde, de bajo presupuesto pero correctamente realizado por el debutante en el largo, el australiano Peter Cornwell, aunque a veces se nos antoje anodino e insípido en tramos (sobre todo gracias a la aportación de Virginia Madsen y Elias Koteas, éste último en su línea de personajes de expresividad inerte), tiene momento especialmente remarcables (cada una de las apariciones y el grand finale), que nos traen a la memoria las sesiones espiritistas de títulos como Los Otros (Alejandro Amenábar, 2001) o, inevitablemente, la casa maldita de Terror en Amytiville (Amityville, Stuart Rosenberg, 1979) y de seguro nos hará pegar más de un bote en nuestros asientos.

Y poco más. Una historia de fantasmas más. Cine sin pretensiones, para pasar una tarde entretenida y, después, a otra cosa. Y citando al autor del libro original, Ray Garton, me despido hasta la próxima:

"Sospecho que la película comenzará con la frase: 'Basada en hechos reales.' Pero estén prevenidos. Cualquier cosa que comience con cualquier variación de esta frase seguramente estará intentado convencernos de algo que, muy probablemente, diste de ser verdad".


Pedro García

* El escritor Ray Garton, contratado por los "parapsicólogos" Ed y Lorraine Warren para escribir la historia de los Snedekers, pronto encontró problemas al entrevistar a la familia, ya que sus historias de modo individual no se sostenían: "Al comentarle el problema a Ed sólo me dijo,'Oh, están chiflados'.... 'Ya tienes lo suficiente que contar - tan sólo utiliza lo que puedas y reconstruye el resto... pero que dé miedo". Tan pronto como el libro salió a la venta los Snedekers intentaron sacar más beneficios de la supuesta historia real negociando los derechos motivados por el éxito que la familia Lutz (del caso Amityville) había logrado. Curiosamente la pareja Warren estaba implicada en el mismo.

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